Demasiada resaca, poco oleaje;
demasiado silencio, mucho ruido
sin calma, sin música, perdido
el norte u otro signo, la salvaje
sed de otras aguas. Que en silencio baje
del cielo a tierra un dardo que le hiera,
o una daga que ascienda, sucia, artera,
desde el infierno ardiente, en sus carbones
templada la hoja, sangre a borbotones
haga brotar y en ella ahogado muera.
demasiado silencio, mucho ruido
sin calma, sin música, perdido
el norte u otro signo, la salvaje
sed de otras aguas. Que en silencio baje
del cielo a tierra un dardo que le hiera,
o una daga que ascienda, sucia, artera,
desde el infierno ardiente, en sus carbones
templada la hoja, sangre a borbotones
haga brotar y en ella ahogado muera.
9 comentarios:
Esa Daga me parece tiene un DUEÑO,,,
SALUDOS
Que bueno verle por acá, gracias. Sí, tiene un dueño, pero no encuentro quien se la haga llegar.
Bellísimo, me ha gustado mucho.
Disculpe estimado Heriberto estos achaques. Ya tiene La primera palabra enlazada a El Imparcial Digital. Encantado de haber conocido su sitio y aprenderme el camino.
http://forobuscandoloquenosune.net/index.htm
ven a compartir tu blog.
cubanos por ahi
Precioso. Cuco.
Un rabo de nube, pero afilado, preciso y unipersonal.
Sí, yo también te enlazado, como dice Eufrates.
Magnífico poema
No sabía que tenía visitantes tan ilustres por acá. Gracias a todos. Gracias por los enlaces
Publicar un comentario