Los ciudadanos del rico departamento de Santa Cruz, en Bolivia, fueron convocados a votar el domingo en un referendo sobre un estatuto de autonomía para la región. La primera palabra que me viene a la mente, mientras sigo en los medios los acontecimientos, es “legitimidad". La madre del cordero, además del rechazo natural de este departamento a la política económica izquierdista que aplica el presidente boliviano Evo Morales, y el desafío a su programa de nacionalizaciones y reforma agraria, hay que buscarla en una razón que excede un diferendo político: Santa Cruz contribuye con el 30% del P.B.I. (producto bruto interno) del país y siempre abogó por una mayor descentralización del gobierno. El Consejo Permanente de la siempre ambigua, OEA (en sesión extraordinaria desde Washington) rechazó "cualquier intento de ruptura" y demandó "respeto al orden constitucional y la integridad territorial de Bolivia", aunque sin reprobar la consulta autonómica, como era de esperar.
Las demandas de autonomía agudizaron la polarización del país y amenazan con agravar las tensiones políticas. El prefecto (gobernador) de Santa Cruz, Rubén Costas, cabeza visible de la oposición civil y política al presidente Morales, afirmó que "la construcción de las autonomías será un proceso gradual” y que “este no es el fin del proceso, es el comienzo de una heroica lucha por la democratización del poder". Por su parte el empresario aceitero y líder del Comité Cívico de Santa Cruz, Branko Marinkovic, ha insistido en la legitimidad del proceso y plantea que "el gobierno tiene la obligación legal y moral de respetar el voto".
Los lideres y voceros del referendo plantean un modelo, semejante al español, que propicie la desestimación gradual del actual sistema centralista y propicie el establecimiento de un esquema autonómico. Este proyecto propone un fondo de compensación que estaría incluido en estas autonomías, y que beneficiaria a los departamentos más pobres. El secretario de Autonomía, Descentralización y Desarrollo Democrático de la Prefectura de Santa Cruz, el doctor Carlos Dabdoub, dice que “hay una doble responsabilidad desde el punto de vista de los departamentos que tengan mayores recursos, hacia los que tienen menos; la propuesta es que exista un fondo solidario de compensación que sería el 10% de las recaudaciones que tiene cada departamento”.
Teniendo en cuenta todo esto y dada la asfixiante crisis económica que atravesamos me atrevo a plantear una idea que quizás no resulte del todo descabellada. Los condados de Dade(13.2%), Broward(9.5%) y Palm Beach(6.9%) concentran el 29.6% de la población de La Florida y no reciben recursos equivalente a sus aportes al estado, ni en correspondencia con su población. Nuestros políticos y representantes en Tallahassee han demostrado su incapacidad para hacer valer nuestros derechos en la legislatura.
¿No sería legitimo considerar seriamente la idea de convocar a un referendo que contemple la autonomía de los condados del sur de La Florida?, o para ser menos idealistas: ¿Qué tal dos estados?, North Florida, conservando la actual capital y South Florida, cuya capital podría ser Miami, digo yo?
Foto de archivo: Partidarios de Evo Morales queman las boletas del referendo en Santa Cruz.
Las demandas de autonomía agudizaron la polarización del país y amenazan con agravar las tensiones políticas. El prefecto (gobernador) de Santa Cruz, Rubén Costas, cabeza visible de la oposición civil y política al presidente Morales, afirmó que "la construcción de las autonomías será un proceso gradual” y que “este no es el fin del proceso, es el comienzo de una heroica lucha por la democratización del poder". Por su parte el empresario aceitero y líder del Comité Cívico de Santa Cruz, Branko Marinkovic, ha insistido en la legitimidad del proceso y plantea que "el gobierno tiene la obligación legal y moral de respetar el voto".
Los lideres y voceros del referendo plantean un modelo, semejante al español, que propicie la desestimación gradual del actual sistema centralista y propicie el establecimiento de un esquema autonómico. Este proyecto propone un fondo de compensación que estaría incluido en estas autonomías, y que beneficiaria a los departamentos más pobres. El secretario de Autonomía, Descentralización y Desarrollo Democrático de la Prefectura de Santa Cruz, el doctor Carlos Dabdoub, dice que “hay una doble responsabilidad desde el punto de vista de los departamentos que tengan mayores recursos, hacia los que tienen menos; la propuesta es que exista un fondo solidario de compensación que sería el 10% de las recaudaciones que tiene cada departamento”.
Teniendo en cuenta todo esto y dada la asfixiante crisis económica que atravesamos me atrevo a plantear una idea que quizás no resulte del todo descabellada. Los condados de Dade(13.2%), Broward(9.5%) y Palm Beach(6.9%) concentran el 29.6% de la población de La Florida y no reciben recursos equivalente a sus aportes al estado, ni en correspondencia con su población. Nuestros políticos y representantes en Tallahassee han demostrado su incapacidad para hacer valer nuestros derechos en la legislatura.
¿No sería legitimo considerar seriamente la idea de convocar a un referendo que contemple la autonomía de los condados del sur de La Florida?, o para ser menos idealistas: ¿Qué tal dos estados?, North Florida, conservando la actual capital y South Florida, cuya capital podría ser Miami, digo yo?
Foto de archivo: Partidarios de Evo Morales queman las boletas del referendo en Santa Cruz.
1 comentario:
Well, ya veo que pusiste el artefacto que te dije. Tiempo al tiempo. Un abrazo.
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