.La estancia en esta ciudad del poeta León de la Hoz pareciera sustentar esa suerte de imantación que ya se hace notar, en la que muchos de nuestros mejores autores, dispersos por el “ancho mundo”, recalan en esta ciudad joven para recibir el abrazo estrecho y cálido de los viejos amigos, reencontrarse con viejas palabras, viejos amores y nuevos sueños. Un poeta que no se perdió en la confusión de los años en que aún gravitaban sobre nuestras cabezas las cortantes veladuras del oscuro medioevo cultural cubano de los setenta, entre ligeros y dispersos atisbos de ruptura y renovación. De su clara convicción lírica y su temprano compromiso con lo mejor de nuestra tradición, de su especulación estética y existencial hablan sus libros (que se insertan sin dudas entre los mejores de la generación de los ochenta) y estos poemas inéditos, que le agradecemos y les ofrecemos a nuestros lectores como una muestra de su vitalidad..
.EL APÁTRIDA.Yo tuve un país de arrecifes llenos de sangre
donde morían quienes llegaban o se iban
y sin embargo parecían playas de nudistas.
Era un país largo y estrecho como un cuchillo
y con tantos muertos que se veían desde la luna,
aunque esa era su principal virtud, según decían.
Extraño y difícil lugar para nacer y morir,
si bien nació de las aguas para ser admirado,
loado, santificado y enaltecido por su belleza.
Ese país que yo tuve y que cabía en mi mano
me lo llevé cualquier día para que no muriera.
Lo tuve dejando su mierda en mis bolsillos
como un canario, aunque le llamaban cocodrilo,
hasta que un día decidió también huir.
Es cierto, señor juez, yo tuve un día un país
y ahora es un lugar de polvo en el viento..
.SUICIDIO.Estoy tumbado sobre un charco de tinta.
En una mano tengo el cuchillo de mi madre.
Veo cómo la vida se me va sin alas,
a mis hijos que chapotean en mi tinta
salpicando las blancas paredes de mi celda,
mis palabras que se ahogan y diluyen mudas.
Todo eso lo veo desde el ras del suelo
con una profunda y triste herida en el pecho.
Es mi última imagen y la veo al revés..
.OTRA VEZ EL CASTILLO DE IFE.Estas son las cuatro paredes de mi casa,
tan blancas y breves que parecen no existir.
A pesar de eso no hay otra casa como esta
y en ella estoy con el cuchillo de mi madre.
Allí está la ventana invitándome a escapar.
Por ahí viene la brisa de un mar lejano,
oscuro y con blando hedor a muerto.
Ese es mi destino cuando pienso en ser libre.
No hay otra casa en el mundo para mí.
Cuando me asomo veo el faro que relumbra
como una estrella en la bandera y da miedo..
.ESTO ES LA PATRIA.La patria es este portal que me da techo,
la columna donde apoyo la vejez y espero
el remedio del tiempo para mis heridas.
Es el suelo o el sofá prestado donde sueño
y dos huecos como balas que son mis hijos.
Es el zumbido del mar que me ensordece
con una dolorosa canción de desamor,
mientras naufrago a una isla imaginaria.
Son dos o tres recuerdos y nada más,
ni una rosa blanca ni una bandera,
solamente yo, mi equipaje y el aire..
.
LEÓN DE LA HOZ: (Cuba, 1957) Poeta. Ha publicado los libros de poesía Coordenadas (Ed. Foro, La Habana, 1982), La cara en la moneda (Ed. UNION, La Habana, 1987), Los pies del invisible (Ed. UNION, La Habana, 1988), Preguntas a Dios (Ed. Libertarias, Madrid, 1994), Cuerpo divinamente humano (Ed. Betania, Madrid, 1999), la antología La poesía de las dos orillas. Cuba (1959-1993) (Ed.Libertarias, Madrid, 1994), y la novela La semana más larga (Ed. Betania, Madrid, 2007). Es uno de los pocos poetas cubanos que obtuvo en la década de los ochenta los dos premios más importantes que se otorgaban en el país: el Premio "David" de Poesía, (1984) y el Premio "Julián del Casal" de la UNEAC (1987). Actualmente León de la Hoz es uno de los directores de la revista Otrolunes.
.EL APÁTRIDA.Yo tuve un país de arrecifes llenos de sangre
donde morían quienes llegaban o se iban
y sin embargo parecían playas de nudistas.
Era un país largo y estrecho como un cuchillo
y con tantos muertos que se veían desde la luna,
aunque esa era su principal virtud, según decían.
Extraño y difícil lugar para nacer y morir,
si bien nació de las aguas para ser admirado,
loado, santificado y enaltecido por su belleza.
Ese país que yo tuve y que cabía en mi mano
me lo llevé cualquier día para que no muriera.
Lo tuve dejando su mierda en mis bolsillos
como un canario, aunque le llamaban cocodrilo,
hasta que un día decidió también huir.
Es cierto, señor juez, yo tuve un día un país
y ahora es un lugar de polvo en el viento..
.SUICIDIO.Estoy tumbado sobre un charco de tinta.
En una mano tengo el cuchillo de mi madre.
Veo cómo la vida se me va sin alas,
a mis hijos que chapotean en mi tinta
salpicando las blancas paredes de mi celda,
mis palabras que se ahogan y diluyen mudas.
Todo eso lo veo desde el ras del suelo
con una profunda y triste herida en el pecho.
Es mi última imagen y la veo al revés..
.OTRA VEZ EL CASTILLO DE IFE.Estas son las cuatro paredes de mi casa,
tan blancas y breves que parecen no existir.
A pesar de eso no hay otra casa como esta
y en ella estoy con el cuchillo de mi madre.
Allí está la ventana invitándome a escapar.
Por ahí viene la brisa de un mar lejano,
oscuro y con blando hedor a muerto.
Ese es mi destino cuando pienso en ser libre.
No hay otra casa en el mundo para mí.
Cuando me asomo veo el faro que relumbra
como una estrella en la bandera y da miedo..
.ESTO ES LA PATRIA.La patria es este portal que me da techo,
la columna donde apoyo la vejez y espero
el remedio del tiempo para mis heridas.
Es el suelo o el sofá prestado donde sueño
y dos huecos como balas que son mis hijos.
Es el zumbido del mar que me ensordece
con una dolorosa canción de desamor,
mientras naufrago a una isla imaginaria.
Son dos o tres recuerdos y nada más,
ni una rosa blanca ni una bandera,
solamente yo, mi equipaje y el aire..
.
LEÓN DE LA HOZ: (Cuba, 1957) Poeta. Ha publicado los libros de poesía Coordenadas (Ed. Foro, La Habana, 1982), La cara en la moneda (Ed. UNION, La Habana, 1987), Los pies del invisible (Ed. UNION, La Habana, 1988), Preguntas a Dios (Ed. Libertarias, Madrid, 1994), Cuerpo divinamente humano (Ed. Betania, Madrid, 1999), la antología La poesía de las dos orillas. Cuba (1959-1993) (Ed.Libertarias, Madrid, 1994), y la novela La semana más larga (Ed. Betania, Madrid, 2007). Es uno de los pocos poetas cubanos que obtuvo en la década de los ochenta los dos premios más importantes que se otorgaban en el país: el Premio "David" de Poesía, (1984) y el Premio "Julián del Casal" de la UNEAC (1987). Actualmente León de la Hoz es uno de los directores de la revista Otrolunes.
.Humberto Castro / La traición y la inocencia, 2001 / Ink and Oil on Paper / 47" x 62.5"
.
4 comentarios:
Una muy voz muy singular, excelentes textos, cuánto tiempo sin leer nada de León de la Hoz, enhorabuena, y a La primera palabra por permitir esta lectura.
gracias, Heriberto, por traernos estos poemas de Leòn. Todavía ando emocionada por haberlos encontrado en lo de Zu Galería... me encantará estar en alguna lectura de León cuando vuelva a la ciudad y alguna tuya que ya andamos tramando.
Un abrazo grande a los dos y gracias por seguir atrincherados en el único bastión que vale la pena: el poético.
Gracias Heriberto y de la Hoz, me han gustado mucho. Poemas q son variantes fabuladas de la contingencia del exiliado.
démos un abrazo al hermano y poeta león de la hoz!
Publicar un comentario