jueves, 4 de febrero de 2010

LIBRO DE SILENCIO / Germán Guerra.

.Los libros son también objetos. Germán Guerra sabe hacerlos objetos deseables. Y las fórmulas son generalidades muy difusas. Aparte de las cosas que se ven, de las que se puede hablar sólo de tomarlos en la mano, queda la parte más evasiva, la parte intangible, esa en que se establecen pactos o divergencias duraderas con el lector. En Libro de silencio se han limado las asperezas de metal virgen, de piezas de fundición, susceptibles de ser maquinadas, que mostraban sus reflejos broncíneos y sus óxidos en su primer libro. Hay en él una puerta de entrada, un pórtico claramente definido, que invita a pasar a un gran espacio, delimitado por un largo muro de palabras. Allí se exhiben estatuas y se ensayan variaciones, versiones de recitativos y piezas musicales que nos resultan familiares. Siempre se siente la presencia de otros que como nosotros recorren el salón. Al término, sentimos que hay demasiadas razones para pensar que el señor que nos despide pudiera igualmente habernos recibido.
.

.
HOMBRES Y OLVIDO.Si hoy me fuera dado poner un rostro a la tristeza
nombrarla con palabras simples, ofrecer otra máscara
—nombrarla desde este verso largo, heredado de Whitman
heredado de todos los fantasmas que cantaron la gloria
que lloraron amargo la caída de Troya y Nueva York—,
rompería mi cuerpo entre los cuerpos rotos de esos toros.
.Altos toros sin entrañas para ser leídas
altos toros blancos rumbo a su hecatombe.
Palabras enfermas de poder y el filo de un machete
han querido que ya sean viejos bueyes
partiéndose los huesos entre las rejas del arado
hundidos en el fango de sus lágrimas de plomo.
.Hombres detenidos en una vasta multitud de barro
carne de mi carne, música ilegible, pan y vino amargo.
Toros con hígados abiertos como libros o espejos
hígados abiertos que ya no devuelven las palabras
palabras que nombran a los que partieron con el alba.
.
Palabras, palabras que soñé mordiendo las vigilias.
Palabras que trocaron oratoria en leyes, tribunas en patíbulo
abiertas utopías en estertor de fiebre en los escombros
y puñal en la garganta del silencio. Palabras tan inciertas
como esta primavera que parte relojes y calendas
y el tiempo es el tiempo que demora un caracol
en pasar de lado a lado las puertas de esta casa,
las puertas de una casa que no tengo.
.Casa donde los hombres plantaron la esperanza
acatando los salmos de la sangre y el olvido
para que todos preñaran estas piedras
que ahora laten en el lugar del corazón
con el vacío que ocupan las estatuas
que nuestras manos no moldearon.
.Abiertos espejos sin azogue sin fondo sin esquinas,
historia sobre el blanco de una página sola
manando los rostros que ya ordenaron a sus pechos
cortar en las palabras o sacarse los ojos con un clavo
—en una letrina en un camastro en una celda
en el eterno calabozo de los cuerpos—,
sacarse los ojos para no seguir mirando la miseria
de esta mañana de septiembre, de todas las mañanas.
.Ya no importa septiembre o abril, ya nada importa.
Larga raya de saliva y plata, de tedio y oscuro caligrama
va martillando el caracol por los mosaicos de la casa,
por los mosaicos de esta casa que nunca
…………………………….….……….nunca será mía.
.
.
MI PADRE.su presencia en los rincones de luz,
en la luz de todas las mañanas.
Porque lo encuentro sentado
bajo la atrocidad de cada mediodía
—la multitud ya olvida al hombre
que gesticula otra promesa en la tribuna,
en la plaza que es el centro de los pueblos.
Todos descansan su tedio y la mirada
entre las manos calladas de mi padre—
mientras afina las palomas del acto
que conocen, que roza la costumbre,
y se abre las paredes del pecho
para sacar, sangrante, un corazón que hace estallar
en el silencio roto por las voces que ahora invocan
un milagro y el nombre del Mesías.
.En el último plano de la escena el podio está vacío,
ya no hay voz martillando sueños en el polvo,
sobre la frente de los hombres,
y sigo, en silencio, el camino de la noche.
.Germán Guerra
(Guantánamo, Cuba, 1966): Poeta, ensayista, fotógrafo y editor. Estudió Informática y Bibliotecología en la Universidad M. V. Lomonosov de Moscú y en la Universidad de La Habana. Reside en Estados Unidos desde 1992.
Ha publicado tres poemarios: Dos Poemas (1998), Metal (1998) y Libro de silencio (2007). En el 2006 ganó mención de honor en el Premio Internacional de Poesía Nicolás Guillén. Con su último libro ganó el Florida Book Award, categoría de Lengua Española, al mejor libro publicado en 2007 por un autor residente en el estado de la Florida. Textos y poemas suyos han aparecido en antologías y revistas de diversos países. Es fundador y codirector de Ediciones EntreRíos. Trabaja como diseñador gráfico en el periódico El Nuevo Herald de Miami.
Ha publicado sus fotos en libros, revistas y periódicos de España, México y Estados Unidos. En el año 2009 expuso su primera muestra fotográfica (bi)personal y participó en cinco exposiciones colectivas.
.

1 comentario:

JC Recio dijo...

Muy buenos textos.