jueves, 29 de mayo de 2008

MARTIRIO

El 30 de mayo de 1431 fue quemada en la hoguera la heroína francesa Juana de Arco. Tras un proceso inquisitorial de tres meses, fue declarada culpable de herejía y hechicería. A pesar de que ella había defendido siempre su inocencia, acabó por retractarse de sus afirmaciones, y ello permitió conmutar la sentencia de muerte inicial por la de cadena perpetua. Días más tarde, sin embargo, recusó la abjuración y reafirmó el origen divino de las voces que oía, por lo que, condenada a la hoguera, fue ejecutada públicamente en la plaza del mercado viejo de Ruán.


ABJURACIÓN DE JUANA DE ARCO.

Hay fuego en su memoria, humo sobre occidente.
La espiga, el cielo orlado de hollín corona. Es fuego,
en la noche cercana, el campo de oro siego
y el filo de las llamas para nombrarle miente.

La espiga, sobre el pecho, arde al cruzar el puente,
arde el guante de seda. La espada corta el ruego
con que niega el aliento divino, impulso ciego,
ciega alma mía que hace que mis miedos frecuente.

Niega todo ante el fuego, el humo ha de borrarlo
aún si besas las llamas, si abrazas el ansiado
silencio de las noches en que dios te ha besado.

Niega a dios, niega el cielo falso, habrás de negarlo
y alzarás sobre el humo la gracia de otro cielo,
el supuesto negado de la espada y el velo.
Juana de Arco, retrato del siglo XV

1 comentario:

Adal dijo...

este post esta muy apropo, especialmente que se acaba de cumplir la fecha de su muerte