A la espera de ver la película “La Mala", una co-producción de Untitled Films de Puerto Rico, Malvarrosa Media y PRP Producciones, sobre un libreto de Lilian Rosado y bajo la dirección de Pedro Pérez Rosado y Lilian Rosado, nos hemos sumergido en el álbum / soundtrack del filme. La banda sonora de la película, es una producción original de Lena, junto al productor musical Rey Nerio (su padre), que además de adaptar ocho de los temas mas populares de La Lupe, incluye dos temas originales de Lena Burke, compuestos para esta producción.
La joven compositora, pianista e intérprete cubana Lena Burke, que suma al capital emocional de haber nacido en una familia de rica tradición artística, una esmerada educación musical, se inicia como profesional haciendo coros, bajo la dirección de su padre en los álbumes de algunos famosos. Con una corta carrera, , encausada en las turbulentas aguas del pop, ya hemos podido apreciar sus enormes posibilidades vocales y su madurez técnica. Se dio a conocer con el tema “Tu corazón", que interpretara a dúo con Alejandro Sanz y ha merecido dos nominaciones al Latin GRAMMY 2006.
La posibilidad de interpretar un papel en este filme, que le impone la evocación de una personalidad como La Lupe, ha propiciado una inflexión importante en la carrera de Lena. La imagen proyectada en sus interpretaciones anteriores, inmersa en fórmulas validadas por el mercado y apostando a solidificar un referencia musical hacia la cual direccionar su carrera, nos mostraba una artista contenida, desestimado su posibilidades reales. En este disco, emerge una intérprete que (amparada por la ausencia de limites que fundamenta la excepcionalidad de La Lupe) no se cuida de excederse y extrae a su voz registros impensados. Tal pareciera que el tema le propicia el pretexto para encontrase y concederse el sitio que le corresponde en línea de sucesión en la dinastía Burke.
La conceptualización impuesta por el carácter instrumental de una música que ha de propiciar una intencionalidad dramática, concede a este disco valores agregados. Rey Nerio (productor de álbumes para artistas como Alexander Pires, Chayanne, Julio Iglesias, etc.) se propone insertar la voz de Lena en una corriente de ritmos que destaquen sus cualidades y le permitan dorarse al calor de múltiples sonoridades. Lo logra.
Destaca la versión de “La tirana", en que se plantea una fusión de sonoridades clásicas de la salsa, en un arreglo que privilegia elaboradas incursiones de los metales y la irreverencia de un discurso de connotaciones urbanas, aportado por la intervención del rapero Julio Voltio. "Qué Te Pedí", muestra un arreglo en que contrastan una discreta instrumentación y una lujosa exhibición vocal. La inserción de Tito “El Bambino” (Efraín Fines Nevarez) en una alucinada versión de “Fiver", en que la clave de guaguancó saca a Lena los más auténticos registros de una sensibilidad identificada totalmente con elementos tradicionales de la música popular cubana, aporta un elemento de contemporaneidad que le hace muy comercial. "Puro Teatro" intenta una versión descriptiva en que el arreglo se fundamenta en una lectura emotiva de lo argumental del texto, matizado por dramáticas inflexiones en la interpretación.
El clímax del disco se produce en la siguiente pieza: “Con el diablo en el cuerpo” es una excelente conjunción de elementos musicales en que confluyen sonoridades de aliento clásico, evocaciones rituales, y la sustancial estructura del son permitiendo imaginativos fraseos en que pueden apreciarse alardes de muy diversa naturaleza, casi divertimentos, que enmarcan la intervención de Yotuel Romero (Orishas) y propician la interpretación mas rica en matices de Lena en el disco. En lo que resta, el disco trascurre apacible, ofreciendo versiones muy apropiadas para hacer lucir las cualidades musicales y la frescura de la intérprete, sin amarrarse a la referencia magnetizante de La Lupe.
“Yo no lloro mas” y “Si vuelves tú", son un ejemplo de arreglos funcionales y madurez interpretativa. “Porque así tenia que ser” podría recibir los mismos adjetivos si se hubiese prescindido de la introducción hablada, que no aporta nada al espíritu del disco. La versión acústica de "Qué Te Pedí", recurso muy utilizado para dar una sensación de calidez, de veracidad, a discos de mucha elaboración sonora o experimentación de laboratorio; en este caso donde no se hace necesario, pues Lena nunca se siente frívola o lejana, asume la singular tarea de rescatar la imagen, referencia también obligada y sustancial, de la cantante paseando su voz sobre las sonoridades del piano. Lena Burke, sin doblegarse ante el enorme legado de su madre (Malena) y de su legendaria abuela (Elena), no precisa de pianista acompañante (de hecho lo ha sido para su madre durante mucho tiempo), pues ejecuta el piano con singular limpieza y naturalidad. Se muestra sensual y desafiante, versátil para conquistar escenarios abiertos y sólida, madura para reinar en la intimidad de los locales y salas en se ha edificado desde el siglo pasado la eterna noche de la música cubana.
"Qué puedo hacer" y "Cosas de la vida", dos canciones de su autoría, en que se aprecian los devaneos de la compositora con la música de sus contemporáneos, su inserción consciente en la sonoridades comerciales de su tiempo, resisten dignamente la prueba, apoyadas en arreglos, donde se privilegia el buen gusto sobre la novedad y la voz aporta la calidez que obvian ciertas formulas ad usum en el mercado. En el cierre se aprecia la complicidad del arreglista y la intérprete, que se permiten un divertimento musical liberador, un "Rumbon", ejercicio de relajación en que canalizan todas las tensiones y se consolida una visión de la música como espacio de disfrute y reafirmación de identidad.
La joven compositora, pianista e intérprete cubana Lena Burke, que suma al capital emocional de haber nacido en una familia de rica tradición artística, una esmerada educación musical, se inicia como profesional haciendo coros, bajo la dirección de su padre en los álbumes de algunos famosos. Con una corta carrera, , encausada en las turbulentas aguas del pop, ya hemos podido apreciar sus enormes posibilidades vocales y su madurez técnica. Se dio a conocer con el tema “Tu corazón", que interpretara a dúo con Alejandro Sanz y ha merecido dos nominaciones al Latin GRAMMY 2006.
La posibilidad de interpretar un papel en este filme, que le impone la evocación de una personalidad como La Lupe, ha propiciado una inflexión importante en la carrera de Lena. La imagen proyectada en sus interpretaciones anteriores, inmersa en fórmulas validadas por el mercado y apostando a solidificar un referencia musical hacia la cual direccionar su carrera, nos mostraba una artista contenida, desestimado su posibilidades reales. En este disco, emerge una intérprete que (amparada por la ausencia de limites que fundamenta la excepcionalidad de La Lupe) no se cuida de excederse y extrae a su voz registros impensados. Tal pareciera que el tema le propicia el pretexto para encontrase y concederse el sitio que le corresponde en línea de sucesión en la dinastía Burke.
La conceptualización impuesta por el carácter instrumental de una música que ha de propiciar una intencionalidad dramática, concede a este disco valores agregados. Rey Nerio (productor de álbumes para artistas como Alexander Pires, Chayanne, Julio Iglesias, etc.) se propone insertar la voz de Lena en una corriente de ritmos que destaquen sus cualidades y le permitan dorarse al calor de múltiples sonoridades. Lo logra.
Destaca la versión de “La tirana", en que se plantea una fusión de sonoridades clásicas de la salsa, en un arreglo que privilegia elaboradas incursiones de los metales y la irreverencia de un discurso de connotaciones urbanas, aportado por la intervención del rapero Julio Voltio. "Qué Te Pedí", muestra un arreglo en que contrastan una discreta instrumentación y una lujosa exhibición vocal. La inserción de Tito “El Bambino” (Efraín Fines Nevarez) en una alucinada versión de “Fiver", en que la clave de guaguancó saca a Lena los más auténticos registros de una sensibilidad identificada totalmente con elementos tradicionales de la música popular cubana, aporta un elemento de contemporaneidad que le hace muy comercial. "Puro Teatro" intenta una versión descriptiva en que el arreglo se fundamenta en una lectura emotiva de lo argumental del texto, matizado por dramáticas inflexiones en la interpretación.
El clímax del disco se produce en la siguiente pieza: “Con el diablo en el cuerpo” es una excelente conjunción de elementos musicales en que confluyen sonoridades de aliento clásico, evocaciones rituales, y la sustancial estructura del son permitiendo imaginativos fraseos en que pueden apreciarse alardes de muy diversa naturaleza, casi divertimentos, que enmarcan la intervención de Yotuel Romero (Orishas) y propician la interpretación mas rica en matices de Lena en el disco. En lo que resta, el disco trascurre apacible, ofreciendo versiones muy apropiadas para hacer lucir las cualidades musicales y la frescura de la intérprete, sin amarrarse a la referencia magnetizante de La Lupe.
“Yo no lloro mas” y “Si vuelves tú", son un ejemplo de arreglos funcionales y madurez interpretativa. “Porque así tenia que ser” podría recibir los mismos adjetivos si se hubiese prescindido de la introducción hablada, que no aporta nada al espíritu del disco. La versión acústica de "Qué Te Pedí", recurso muy utilizado para dar una sensación de calidez, de veracidad, a discos de mucha elaboración sonora o experimentación de laboratorio; en este caso donde no se hace necesario, pues Lena nunca se siente frívola o lejana, asume la singular tarea de rescatar la imagen, referencia también obligada y sustancial, de la cantante paseando su voz sobre las sonoridades del piano. Lena Burke, sin doblegarse ante el enorme legado de su madre (Malena) y de su legendaria abuela (Elena), no precisa de pianista acompañante (de hecho lo ha sido para su madre durante mucho tiempo), pues ejecuta el piano con singular limpieza y naturalidad. Se muestra sensual y desafiante, versátil para conquistar escenarios abiertos y sólida, madura para reinar en la intimidad de los locales y salas en se ha edificado desde el siglo pasado la eterna noche de la música cubana.
"Qué puedo hacer" y "Cosas de la vida", dos canciones de su autoría, en que se aprecian los devaneos de la compositora con la música de sus contemporáneos, su inserción consciente en la sonoridades comerciales de su tiempo, resisten dignamente la prueba, apoyadas en arreglos, donde se privilegia el buen gusto sobre la novedad y la voz aporta la calidez que obvian ciertas formulas ad usum en el mercado. En el cierre se aprecia la complicidad del arreglista y la intérprete, que se permiten un divertimento musical liberador, un "Rumbon", ejercicio de relajación en que canalizan todas las tensiones y se consolida una visión de la música como espacio de disfrute y reafirmación de identidad.
1 comentario:
Señores:
Deseo saber cuando llegará la pelicula de Lena a Lima, Perú. De lo contrario, quisiera conocer di el DVD original está a la venta.
El CD ya lo encargué.
Atentamente
Dr. Luis Delgado Aparicio Porta
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