domingo, 31 de enero de 2010

DIEZ Y SIETE / XVII / 17

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.Arístides Vega es un poeta emblemático de la década de los ochenta. Posee una extensa y valiosa obra que sustenta su vocación y su identificación con un proceso complejo en que la cultura nacional decidió sacudirse el corset de la política cultural setentera. Tuvo una participación protagónica en muchos de los procesos más importantes en la década y desde entonces es una referencia obligada por su demostrada independencia, su ininterrumpido trabajo como promotor cultural y su singular visión poética.
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NECESITO HALLAR UN AMPLIO BOSQUE
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Hay demasiada humedad para encontrar un apacible bosque
...................../a las afueras
sentir la luz que descubra mi casa,
abuela tejiendo el manto de los días más fríos, más lejanos
cuando volvía la sirena mostrando la dulce manzana
a la que estoy atado.
Para velar la paz de este sitio
soplo los polvos de las desgastadas ventanas que nos hacen
...................../presentir el mar,
el liviano trino de los sauces.
Preguntas en qué ciudad se juntarán las líneas de la vida y de
...................../la suerte
y escucho la entrada del mar por la ventana que anuncia el
...................../universo.
Soy un pequeño secreto esperando de la noche un baúl donde
...................../guarecerme,
un almendro de raíces profundas cuidando la fertilidad de mi
...................../tierra,
quiero la paz de este sitio.
Andar como cierta vez los amigos viajaron en los pechos de
...................../sus mujeres,
dulces figuras deseosas de luz en los viñedos.
Hoy tendría pocas cosas que decir como si la verdad fuera este
...................../punto de la tierra
reservado para tu alumbramiento.
Estoy atado a la manzana que atravesarán los dardos, las
...................../canciones más sobrecogedoras.
Dispersas sobre las baldosas que unió el tiempo
están los peces huidizos de la luz,
está la cena por la que juntan panes como vidas los
...................../desconocidos fantasmas
que rondan la mesa servida.
Quiénes les descubrirán el rostro, quién tejió para ellos las
...................../máscaras..Cada lugar tiene su secreto y esta es mi casa,
Estas paredes que sostuvieron el péndulo de las horas pasadas,
...................../lejanos recuerdos
por los que encuentran el sitio perfecto para levantar la ciudad.
Por los altísimos puentes aparecidos en las noches,
escucho la canción de los esperanzados hombres, escucho el
...................../silencio.
Abren las puertas de un país que fundaron las luciérnagas.
Cantores, ¿quiénes les mostraron las luces de mi ciudad?
.María Teresa Vera, también usted se detuvo ante las puertas
...................../del infierno,
pesó el pez con su collar de legítimas perlas,
su mano y su anillo de luz azul,
ha vencido el miedo a las guardianas fieras
y nadie la olvida.
Mi abuelo la retuvo a la altura de su lecho, junto a San Juan
...................../Bosco
y usted volvió a sonreírle a todos.
Quién pudiera colocarle una palabra en su temblorosa boca,
quién creerá que usted no está extraviada, que anda
...................../reconociendo a los muertos de la familia,
otorgando la entrada a la cena para sacrificar el pez.
No me alejes del camino que lleva al pozo colocado al final
...................../de la casa
para que no falte el arak libanés en las celebraciones.
Tú que has levantado torres, descubierto callejas por donde
...................../navegan pequeñísimas casas de humo,
Tú has escapado de las puertas del infierno, envejecido las
...................../carnes de mis abuelos,
prendido fuego a los maderos en el horno de los panes,
ayúdame a no dejar que el viento frío entre en mi casa y
se adueñe de las vasijas que han llenado de miel los amigos.
Basta recuperar el mantel blanco, convocar a la lluvia, guardar
...................../los espejos,
y no contar las monedas en los días húmedos.
Advierto que las sombras de tus labios están sobre los árboles.
Debe aparecer mi casa en cualquiera de estas calles desconocidas.
Debe aparecer en los minutos finales de la hoguera,
por la que hemos vencido el fuego de los planetas,
la luna sobre el diario de viaje.
Hazme sentir las manos y un vasto pecho donde cuidar a mi hijo.
Debe aparecer mi casa, tienes que haber levantado mi casa,
...................../tuvo que existir alguna vez
y abro el relicario de San Vicente de Paúl donde guardó mi
...................../madre su extraño corazón
y abro mis puertas y no ha cesado la tormenta.
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ARÍSTIDES VEGA CHAPÚ: (Villa Clara, 1962) Poeta, narrador y promotor cultural. Ha publicado trece libros de poesía: "Breve estancia de Cristo en la ciudad de Matanzas" (1989), "Finales de los años" (1993), "Últimas revelaciones en las postales del viajero" (1994), "La casa en el monte de los olivos" (1996), "Retorno de Selim" (1999). “El riesgo de la sabiduría” (2000). “El signo del azar” (2002), “De lo que se supone” (2002), “Días a la deriva” (2002), “Mensajes del pan” (2003), “Sagradas Pasiones” (2005), “Después del puente sobre las aguas” (2007), la antología personal “Que el gesto de mis manos no alcance” (2008) y su novela “Un día más allá", por Bluebird Editions, Miami (2008). Reside en Cuba.
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Nota: Continuamos poniendo todos los domingos textos que por alguna razón tuvieron una significación especial en la década de los ochenta y en algunos de los turbios años posteriores. Para ver los post anteriores, picar en UNO / I / 1, DOS / II / 2, TRES / III / 3, CUATRO / IV / 4, CINCO / V / 5, SEIS / VI / 6, SIETE / VII / 7, OCHO / VIII / 8, NUEVE / IX / 9, DIEZ / X / 10, ONCE / XI /11, DOCE / XII / 12, TRECE / XIII / 13, CATORCE / XIV / 14, QUINCE / XV / 15 y DIEZ Y SEIS / XVI / 16
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2 comentarios:

JC Recio dijo...

Excelente poeta, persona y amigo. Muy coherente con su forma de pensar y su transparencia, es un placer leerlo aqui. Gracas por ello.

Anónimo dijo...
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